Noches de 1969

En octubre de 1969 la ciudad se conmovía con la llegada de uno de los fenómenos musicales del momento, Leonardo Favio, de la mano de su éxito "Fuiste mía un verano". Favio llegó acompañado de su mujer, Carola, y se presentó en los salones del club Olimpo.

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Por aquellos días, la otra alternativa era ir a algunos de los muchos "cines del centro", por caso al Grand Splendid de calle Alsina 129, donde se presentaba "La Piscina", con Alain Delon y Romy Schneider.

Llegó Antoine de Saint Exupéry

Los Laté 25 que abrieron los caminos aéreos. Tenían 5 horas de autonomía y alcanzaban una velocidad de 180 km/h. Apenas aterrizaban había que agarrarlos para que el viento no los volcara.


Antoine de Saint Exupéry, durante su paso por Bahía Blanca, 1929



Los diarios de la época anuncian los primeros vuelos al sur.


Hace 80 años, el 14 de octubre de 1929, llegó a Bahía Blanca el piloto francés Antoine de Saint Exupéry, recién designado Jefe de Pilotos y Director Técnico de la denominada "Línea Patagónica" que la empresa Aeroposta Argentina SA establecería entre Bahía Blanca y Comodoro Rivadavia, con escalas en San Antonio Oeste y Trelew. Saint Exupéry era ya un experimentado piloto y un entusiasta escritos, que había publicado su primer libro en Francia. Estuvo en nuestro país dos años, regresando a Francia en 1931. Muchas de sus historias en nuestra tierra están reflejadas en su libro "Vuelo Nocturno". Saint Exupéry fue el piloto del avión Laté 25 que el 1 de noviembre de 1929 inauguró oficialmente la línea de la Patagonia, despegando desde el aeropuerto de Villa Harding Green. "Es la tierra donde las piedras vuelan", mencionó al referir los fuertes vientos del sur.

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En 1943, Saint Exupéry publicó en New York, Estados Unidos, el que sería su último libro, "El Principito". Nunca sabría que acababa de escribir uno de los grandes fenómenos de la literatura universal. Saint Exupéry desapareció mientras piloteaba su avión sobre el mar Mediterráneo, el 31 de junio de 1944. Nunca se encontraron restos de su avión. Fue el hombre que nos enseñó a mirar con el corazón.

Telereclam:El monumento a la Alpargata

Construido en 1954 por decisión del intendente Norberto Arecco, el denominado "Telereclam" fue un gran arco de hormigón ubicado en la esquina de Alsina y Chiclana de la plaza Rivadavia, que tenía como fin desarrollar diferentes propuestas publicitarias. También dispondría de dos poderosos proyectores "para dispositivos a todo color", otro para pasar noticias escritas y un tercero para mostrar fotografías "de particular interés".
Por otra parte, la obra servía como portal de acceso a una de las calles diagonales de la plaza.
Con la llegada de la Revolución Libertadora, la construcción se convirtió en una especie de símbolo del régimen peronista, y pronto se sumaron voces de condena. Se la bautizó, de manera popular, como "monumento a la Alpargata", mientras que Luis María Esandi y Federico Baeza la llamaron monumento a la inutilidad y a la estupidez, respectivamente.
Finalmente una fría mañana de julio de 1961, obreros municipales pusieron en marcha un flamante martillo neumático borrando de la geografía urbana la singular obra.